Sandra sufrió violencia sexual a los 13 años. Mayo 2013.
“Siempre lo hice por necesidad, porque es un trabajo horrible. Espantoso. Porque mentira que a uno le gusta acostarse con una persona que no le guste, que te da asco, que te está haciendo el amor y tenés que mirar para el costado. O tenés que tomar. Tenés que estar borracha para acostarte con una persona. Es un asco. Yo no quiero que mis hijas pasen por lo que pasé yo. Me gustaría llevarlos lejos, que nadie supiera de nosotros. Yo los saco adelante, quiero que estudien, que no me entren en la droga, lo que fui yo no quiero que sean ellos”.